
Recuerdo aquella noche de febrero del 2014, ese día pude conocer en persona a una muchacha con la cual había estado chateando los últimos meses. Hasta ese momento solo la había visto en sus fotos de Facebook. Pero recuerdo ese día como algo muy especial para mí, porque fue la última vez (hasta el día que estoy escribiendo este post) que dije dentro de mí de forma honesta y sincera “ESTA CHICA ES MÁS BONITA EN PERSONA QUE EN SUS FOTOS”
Nuestro mundo digital ha ido volviéndose cada vez más falso, fotos editadas con muchos filtros, tonos de piel muy diferentes a lo real, rostros con proporciones casi perfectas.
Pero en muchos casos es culpa de la cámara del celular, que altera la realidad sacando fotos en las que nos vemos extremadamente bien. La cámara de mi teléfono hace tan buen trabajo que oculta las imperfecciones de mi piel, manchas, pecas, lunares, etc. Dándome una imagen falsa de la realidad.
El problema es que mucha gente cree que esa es su realidad; mujeres que prefieren parecerse a sus fotos y no que las fotos se parezcan a ellas. Pero lo falso de las redes sociales no se queda ahí. Ya paso a ser parte de como percibimos la vida.
Por ejemplo:
– Tu amigo que se la pasa compartiendo videos graciosos o memes y parece la persona más divertida del mundo, pero tú lo conoces y sabes que él no es así.
– Tu tía que comparte frases y videos motivacionales, pero cuando la encuentras te muestra toda su negatividad.
– Tu primo que comparte imágenes donde dice que sus hijos son su razón de vivir, pero lleva meses sin hacer el más mínimo esfuerzo por verlos.
Estamos tan sumergidos en un mundo irreal, que ya no desconfiamos de lo que es FALSO, ahora desconfiamos de lo que parece REAL.
Robert Wuthnow decía que las redes sociales no cumplen la función para la que fueron creadas, que es la de conectar gente y hacer que tengas más cerca a tus amigos. Ya que su principal función es la de poder mostrarnos al mundo tal como nosotros queremos. Lo usamos como un escaparate para mostrar las cosas que queremos que los demás vean de nosotros.
Tal vez la internet no está creando gente falsa, tal vez lo único que hizo fue ayudar a que la gente oculte lo que no le gusta de ella, lo cual no es malo, todos tenemos algo que queremos ocultar, ya sea de nuestro cuerpo o de nuestro tipo de vida.

Pero el problema radica en querer vivir como si fueras la persona perfecta creada en tus redes sociales. Ahí es donde la realidad parece ser la villana de la historia. Y muchas mujeres y hombres se sienten casi obligados a hacer eso, porque en Internet la “belleza” tiende a tener éxito.
Todos los que han usado Tik Tok, se habrán dado cuenta que los primeros videos que ves cuando abres una cuenta, son de personas “atractivas” haciendo estupideces frente a la cámara.
Esta aplicación es muy cuestionada por su supuesto “algoritmo de belleza” que elige a las personas más atractivas para mostrar sus videos. Y esto no se puede comprobar, porque es imposible que la empresa salga a afirmar algo como eso.
Ahora nos damos cuenta la importancia que tiene “la belleza” en esta época y el impacto que tiene sobre la autoestima de una persona “poco atractiva” ya que, lo único que le hace esto, es crear inseguridad, miedo y ansiedad.
Y si eres “muy atractiva” puedes ser arrogante, altanera y a eso no va importar, vas a seguir teniendo seguidores y defensores de tu comportamiento, porque las reglas ya están escritas.
La buena noticia es que en Internet vas a encontrar mucha gente que dejó a un lado el concepto de “belleza” y puso la idea de SER MEJOR por encima de VERSE MEJOR. Y eso es algo para celebrar en momentos como estos.