Tenemos una costumbre muy arraigada y es la de culpar a otros por lo que nos pasa, culpamos al gobierno sobre nuestra situación económica, culpamos a los países grandes por la contaminación, culpamos a la policía por la inseguridad y también, culpamos a las grandes empresas por la obesidad en los niños. Y toda esta forma de pensar nos hace creer que nosotros no tenemos el control de nuestras vidas y peor aún, tampoco tenemos el control de la vida de nuestros hijos…pero ¿Qué tan cierto es eso?